lunes, 30 de abril de 2012




Una lluvia de fuegos artificiales cerró la fiesta abrileña




Panorámica de los fuegos artificiales desde el paseo de Colón, con la torre del Oro en primer término / JUAN FLORES


Escrito por M. D. A. (abcdesevilla.es)
Lunes 30 de Abril de 2012


La traca final a la fiesta llegó con los tradicionales destellos de luz y el sonido de los fuegos artificiales. Ni la lluvia, ni el viento, que se llevó farolillos del real, afectó a este espectáculo porque, conscientes del tiempo y la posibilidad de lluvia, sus responsables habían tapado convenientemente la pólvora  y otros componentes que hacen posible esas espectaculares composiciones de color que iluminan el cielo para evitar que se mojaran y, con ello, se aguara la despedida de la Feria. Media hora antes de la medianoche, hora marcada para el fin de fiesta, se activó el dispositivo especial que incluía desvíos de tráfico en torno a la zona desde la que se tiraban los fuegos, el Muelle de Nueva York, pero también un dispositivo formado por bomberos y sanitarios en prevención de cualquier eventualidad.


El aviso de que la fiesta  llegaba a su fin se produjo a eso de las 11.50 horas, cuando se lanzaron los primeros cohetes de luz, una prueba de lo que se avecinaba en pocos minutos y que marcó el cielo sobre el real de Los Remedios e hizo notar a los despistados que la  Feria estaba dispuesta a decir adiós a la edición de 2012. Diez minutos más tarde empezó lo bueno, empezó a tronar aunque, afortunadamente, no era agua, sino el tradicional castillo de fuegos artificiales en el que este año se han empleado nada más y nada menos que 1.400 kilos de pólvora, necesarios para hacer posible los hasta 6.500 ejercicios pirotécnicos que conformaban el espectáculo.

Los castillos, trompetas, ráfagas, lluvia de estrellas y todo tipo de composiciones que inundaron el cielo para despedir la fiesta con la alegría que la caracteriza alcanzaban una altura más que considerable. El elemento más alto estaba previsto que llegara, según señaló ayer el delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento, Gregorio Serrano, los 250 metros de altura.

El espectáculo duró unos 20 minutos y tras él, en teoría, la fiesta echaba el cierre y decía hasta el año que viene, aunque eso fue en teoría, en la práctica, seguro que algunos siguieron disfrutándola.

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